¿Sabías qué?
Noriel estaba a lado de la carretera. La incógnita es la distancia que tuvo que caminar o quién lo dejó en el camino, pues en donde se rescató no había poblado cercano en los 40 km a la redonda. Cuando lo encontramos nos recibió con su peculiar alegría y no dudó en irse con nosotros para sentirse a salvo, desde entonces siempre demuestra su agradecimiento por haberlo rescatado, le gusta mucho la compañía y te invita a jugar a la pelota cada que puede.